Empatamos, pero mantenemos la diferencia de 5, no se notaron las ausencias y el acompañamiento al equipo fue conmovedor.
Sin las presencias de Andrés Anca, Hugo Villalba, Ignacio Bazzetta y Carlos Frisenda –todos suspendidos- Once Tigres demostró, como dice su DT, que tiene jugadores de recambio.
Porque fue al Ramón N. Porattti para enfrentar a los “Tercos” y las ausencias de los habituales titulares no se notaron. En un partido muy friccionado, muy cortado y con poco volumen de juego, el clásico mostró siempre a un Once Tigres más punzante, con mayor poderío ofensivo, y siempre dispuesto a buscar, desde los primeros minutos, demostrando que tiene plantel para enfrentar grandes desafíos, y ese es sin dudas el primer gran balance positivo del cotejo.
Los auriazules manejamos la pelota con toques rápidos en el mediocampo, desbordes y centros para el Mencho, que tuvo dos de cabeza en el primer tiempo que se fueron cerca, sumándose después situaciones generadas por Vladi, Julio y Carreta, de media distancia, que podrían haber abierto la cuenta y que terminaron de volcar la balanza del “mereciómetro” para nuestro equipo al término de los primeros 45, donde prácticamente Facundo Cacho no tuvo sobresaltos.
En el complemento el partido ganó en fricción, y con el correr de los minutos los locales se plantaron de contra, esperando al Tigre, que siempre quiso jugar y encontró a su arma más importante en las escapadas de Vladimir por derecha, aunque sin pesar dentro del área.
Promediando el segundo tiempo, Carreta definió con poca certeza una gran jugada colectiva, y allí se fue una gran chance de la victoria, quedando poco más para destacar, más allá de las buenas tareas de la defensa alternativa y la gran respuesta de Cacho cuando fue exigido.
El pitazo final marcó la finalización de un clásico un poco más deslucido que en otras oportunidades, que estuvo cerca de ganarse, pero que nos dejó un buen resultado, más aún luego del empate entre Rojos y “Canes”, lo que nos permite mantener la diferencia de 5 puntos, cuando el fixture se sigue achicando.
Párrafo aparte para el conmovedor apoyo de la familia oncetigrense para con su equipo –prometemos fotos para esta semana-, con un recibimiento espectacular, aliento permanente y aplausos finales para el puntero, que no afloja, y para los chicos de la Cuarta, que sumaron otro triunfo y estiraron diferencias.
Como dice el título, no duden que el empate en casa de los “Tercos”, con aspiraciones sólo de entrar en el Interdigas, sirve, y mucho…
Ahora, todos a French, repitiendo la fiesta de la vuelta olímpica del año pasado, para dar otro pasito más en pos del gran objetivo.