domingo, 27 de marzo de 2011

"YO, ARGENTINO...", DIJO EL ARBITRO




Un grosero error del árbitro Diego Bobadilla, que no aplicó la "Ley de Ventaja", cuando Montenegro convertía la diferencia a favor del Tigre, le impidió al conjunto nuevejuliense traerse la victoria desde Saladillo.


Con muy buenas actuaciones de Facundo Cacho, Carlos Frisenda y Daniel Montenegro, el empate tiene sabor a buen negocio de cara a la revancha del próximo domingo.
En busca de renovar sus ilusiones después de haber acumulado grandes pergaminos en la fase clasificatoria y en la primera llave de los play off del Argentino "C" 2011, Once Tigres llevó ayer su ilusión hasta la ciudad de Saladillo, para enfrentar allí a su similar de Argentino, en un estadio Adolfo Cantelli que lució verdaderamente repleto, muy bien presentado, y con un acompañamiento magnífico de la gente de 9 de Julio, que se hizo oir a lo largo de toda la noche.
Con la ausencia obligada de San Miguel -quien sufriera un esguince en su tobillo en el entrenamiento del miércoles-, Once Tigres planteó variantes en su alineación inicial, incluyendo a Delamer como lateral por derecha y "corriendo" a Leo Dizeo hacia delante, para ubicarlo entre la línea de volantes.
El local también salió al campo de juego con variantes obligadas por lesiones y plantó un 4-4-2 bien definido, yendo a buscar desde el primer minuto, complicando a un Facundo Cacho que se fue agigantando con el correr del cotejo, junto a las figuras de Carlos Fisenda en el mediocampo, a lo que se sumaba el esfuerzo de Vladimir Ascani -recuperado levemente luego de la lesión del pasado domingo- y de Daniel Montenegro, de gran labor.
Fue precisamente el centrodelantero quien tuvo la carta del triunfo, pero un árbitro netamente localista como el hombre de Lobos que impartió justicia en la tarde de ayer, le impidió a los nuevejulienses traerse la victoria.
Cuando se cerraba la noche, Frisenda había escapado bien, y tras ser derribado, Montenegro había tomado el balón y convertido el gol, pero Bobadilla anuló el tanto, desconociendo la "Ley de ventaja" y sancionando la falta anterior.
Esta jugada, más algunas que dejaron dudas en la primera parte sobre faltas muy cercanas a penales a favor del Tigre, terminaron perjudicando a los de Santorelli, que no obstante, con el empate de visitante, traen un buen resultado de cara a la revancha. Los primeros 45 minutos mostraron mucho vértigo, fricción y dientes apretados, lo que le emotividad al espectáculo, pero el juego fue una materia pendiente para ambos, y especialmente para la visita, que buscó permanentemente, pero se encontró ante un rival que trabó el juego y apostó a la pelota parada, pese a tener jugadores muy desequilibrantes como Mignie, Massaccesi e Iovanovich, los mejores de Argentino.
Las jugadas que sembraron dudas sobre posibles penales y un buen remate de Dizeo de media distancia, que se fue apenas desviado, fueron lo más claro de Once Tigres en esta etapa inicial.
En el segundo acto, Argentino comenzó otra vez con todo y quiso llevarse por delante a Once Tigres, que apenas demoró un par de minutos en acomodarse y controlar nuevamente las acciones, que ganaron la intrascendencia, hasta que a los 19 minutos, una tremenda atajada de Facundo Cacho salvó a Once Tigres.
El arquero arqueó su cuerpo hacia atrás y devolvió una pelota que parecía imposible, demostrando su gran momento y su reacción para mantener la valla en cero. Promediando el complemento, Santorelli buscó variantes con el ingreso de Bossio por Ascani (seguramente también intentando preservar al delantero de cara a la revancha), mientras que el DT local apostó por Tommattis en lugar de Iovanovich. Luego Delamer, lesionado, fue reemplazado por Mauricio López y Marín por Boisón en los locales. Finalmente, cuando el partido parecía cerrar las persianas sin sobresaltos, llegó la gran polémica de la tarde y el gol anulado a Montenegro por falta anterior en perjuicio de Frisenda, situación que terminó de cerrar un arbitraje netamente localista de la terna de Lobos.
Con este sabor amargo -al que se suma la expulsión de Delamer cuando ya estaba en el banco de suplentes- pero con la tranquilidad de un buen resultado, Once Tigres deberá esperar la revancha, el próximo domingo, en su estadio y con su gente, en un final abierto pero con mucha esperanza para los auriazules, que de lograr superar esta fase deberán enfrentar a quien se adjudique la que disputan Huracán de Carlos Tejedor -que ayer ganó 2 a 0 de visitante- y Villa Belgrano de Junín.