En un partido sin brillo, muy parejo y en el que estuvo más cerca que los marplatenses de convertir; a los 47 minutos del segundo tiempo cometió un error y volvió a pagarlo muy caro - Fue victoria de Alvarado por 1 a 0 y los de Santorelli siguen sin poder sacarse la mufa como locales.
Más allá de que podrá hablarse largamente y con cierta certeza del famoso "derecho de piso" de una categoría muy exigente, del costo de los errores y las distracciones; no se debe dejar de mencionar la mala fortuna a la hora de analizar la segunda derrota como local de Once Tigres en el Argentino "B" 2011/2012; fundamentalmente porque los equipos a los que el Tigre recibió en su estadio (Villa Mitre, Independiente de Tandil y Alvarado de Mar de Plata), también cometieron errores, y sin embargo a ellos, es tan temida categoría superior, no les cayó encima con todo su rigor.
Hallar explicaciones a la derrota de los auriazules es quizás, con el resultado puesto, entonces, más difícil que encontrar claves para explicar el desarrollo de un partido, donde los de 9 de Julio volvieron a ser protagonistas, jugaron bien de a ratos y con el corazón en la mano en los 90 minutos, pero a la hora de cosechar lo sembrado, se quedaron otra vez con las manos vacías.
Tenía todo para ganar en un momento del partido el conjunto de Santorelli, pero después, con el devenir de los minutos, tanto al desarrollo del juego como al equipo de "El Loco", el empate no le caía nada mal; sin embargo, fue derrota, una caída que duele al llegar en el último minuto y que obligará a replantear algunas cuestiones y quizás, apostar más al juego con los hombres creativos que este tipo tiene; en detrimento de la lucha y la fricción, que a veces sirven, pero no siempre.
Siempre se dice que "con el diario del lunes" las opiniones y los análisis son más sencillos, pero quienes presenciaron el partido en "El Coqueto" seguramente compartirán la idea de que Maccagnani y mucho más Ascani deberían haber saltado a la cancha un rato antes, explotando su velocidad y su juego por el sector derecho, donde la marca de Junior Ischia mostró baches a lo largo de toda la tarde; pero quizás se trate de una anécdota más de una nueva tarde para el olvido.
Once Tigres se mostró decidido a ir a buscarlo desde el minuto inicial con su tradicional 4-4-2; ante un Alvarado al que le costó encontrar las marcas y pararse en un terreno más pequeño al del "José María Minilla", donde hace las veces de local.
El esquema visitante, con Cornejo como enganche definido por largos pasajes del juego, mostró algunos huecos donde se colaba bien Daniel González, que rápidamente se convirtió en el hombre más peligroso de la cancha.
Sobre 10 minutos recién pudo contestar el conjunto visitante, cuando después de un tiro libre a favor y una serie de rebotes, Once Tigres quedó mal parado en una escalada de Ischia, que jugó largo para Juan Sosa y cuando este se disponía a definir, el propio "Carreta", salvó sobre la línea.
Contestó rápido Once Tigres con Germán Sosa -que fue a todas, luchó y jugó con mucho criterio, a tal punto de ser uno de los mejores de la cancha, pero sigue sin amigarse con el arco-; siendo derribado violentamente por Ischia, en una jugada que pareció para roja directa.
A los 12 minutos tuvo una de las más claras el conjunto auriazul, cuando cabeceó Montenegro, tapó el arquero Chiappa y el mismo centrodelantero tomó el rebote con el pie, exigiendo nuevamente al guardameta visitante.
Fueron los mejores minutos de los dirigidos por Santorelli, que tuvieron otra cuando tras un córner de Ojeda, Daniel González capturó el rebote y le dio derecha, pegándole apenas desviado.
Minutos más tarde, "El Colo" Sosa volvió a tener otra chance clara, bien habilitado por "Carreta" y tocándola por sobre la salida del arquero, cuando quizás era para hacerla correr de cabeza y definir.
A partir de allí Alvarado empezó a crecer en la cancha con el toque de Cornejo y Juan Sosa, que elaboraron una gran jugada para abrir el marcador promediando ese primer tiempo, aunque salvó justo Inchausti.
A los 37 llegaría la primera mala noticia para los Tigres, con la lesión de Daniel González, que debió dejarle su lugar a Julio San Miguel.
Sin su conductor, el Tigre se opacó, Alvarado emparejó las acciones y tuvo la pelota, aun que sin demasiadas oportunidades claras.
En el complemento el nivel del juego decayó notablemente y las llegadas fueron más esporádicas.
Le tomó 10 minutos a Once Tigres generar la primera, con Nacho Bossio, que superó a Ischia y cuando tenía para definir o enviar el centro atrás, tiró una "masita" muy fácil para el arquero.
Un minuto después Bossio la peleó, Sosa pudo todo su oficio, pero cuando tenía todo para definir, lo trabaron casi sobre la línea de gol.
Respondió el marplatense con Dierckx, después de otra subida de Ischia, pegándole a colocar y apenas desviado, en un trámite que ya no era el de antes.
Tuvo una más Ignacio Bossio prácticamente solo pero optando por un mal remate antes de ser reemplazado por Maccagnani, que se paró como volante y logró inquietar por derecha, como cuando a los 33 y ya con Ascani en cancha por Montenegro, llegó al fondo para enviar un centro que Sosa cabeceó con la nuca.
A apenas un minuto del final del tiempo recuperado y cuando solo podía avizorarse un empate injusto en las posibilidades de gol de ambos pero aceptable por el desarrollo del juego, en una jugada intrascendente, donde la defensa de Once Tigres intentaba salir jugando, una mala sesión de Celin le cayó justo a Juan Sosa y ante la salida de Cacho definió muy bien para dejar al estadio enmudecido.
De allí en más el silencio se convirtió en lamento y bronca, en cabezas gachas tratando de hallar explicaciones y motivos nada fáciles de interpretar en una primera lectura. Error y golpe duro otra vez, como en los dos partidos anteriores como local.
Hora de balances para muchos, o quizás, simplemente... de un buena ristra de ajos. Parece que va a hacer falta.