LOS CHIQUITOS, PARA UNA GRAN VICTORIA

En un partido duro y trabado a lo largo de los 90 minutos, como se suponía desde la previa, Once Tigres se alzó con una importante y valiosíosima victoria para consolidarse como líder de la Zona 61, tras vencer como visitante ante Viamonte FC por 2 a 1, siendo superior a su rival a lo largo de todo el juego.
Con un clima previo algo ríspido –que desató algunos incidentes lamentables sobre el final-, el juego no entró afortunadamente en el terreno de la deslealtad, aunque fue siempre jugado con dientes apretados.
El ingreso en el equipo titular de Julio San Miguel por el cordobés Mauricio López fue a la postre determinante para el juego del equipo de Santorelli, y también para el resultado, ya que el visitante ganó con su ingreso el dinamismo y profundidad que a veces le faltaba, a lo que se sumó el golazo del volante surgido en las inferiores para sellar la victoria.
El Tigre dominaba la pelota y se defendía con ella y tardó 12 minutos en construir la primera jugada de peligro. Articularon bien Ascani y San Miguel, pero Montenegro quedó en off side.
El conjunto local se abroquelaba en su línea defensiva y desde alli buscaba el contragolpe, tratando de contrarestar el juego colectivo de Once Tigres, que intercambiaba bien las posiciones de sus delanteros. Fue así que Montenegro, esta vez por afuera, envió un muy buen centro que Ascani no llegó a conectar.
Pero como se dice en el fútbol, en esta jugada y en otra que el arquero local tapó a Tempesti, se comenzó a construir aquello de que “goles que no se hacen, se sufren en el arco propio”.
Sobre el epílogo de la primera mitad y en lo que fue su segunda jugada de riesgo, Viamonte llegó a establecer una diferencia inmerecida. Una buena jugada de Pablo Quiroga, con dudosa posición de dos delanteros, terminó con Barbosa empujándola a la red.
No quedó tiempo para más y la reacción del Tigre debió darse en el segundo tiempo. Seguramente la charla de Santorelli en el descanso debió rendir sus frutos. Once Tigres salió a todo o nada y lo demostró con llegadas permanentes.
A los 5 minutos probó San Miguel de media distancia, el arquero sacó al corner, y luego del envío, la pelota rebotó en varios defensores para que Ascani la enviara al fondo de la red.
Con la tranquilidad de la merecida igualdad, se asentó aún más el visitante, que a los diez elaboró una gran jugada con Ascani, abriéndola para San Miguel, que desde afuera del área convirtió un gol con su sello.
Los Tigres durmieron la pelota y siguieron llegando, con algunas posibilidades más ante un Viamonte sin reacción, que recién generó peligro sobre el epílogo del cotejo con centros cruzados que dominó bien Facundo Cacho.
Los ingresos de Delamer por San Miguel y Maccagnani por un extenuado Ascani ayudaron a sostener la victoria y la punta para Once Tigres, que ya piensa a pensar en la próxima fase.
El capítulo lamentable se dio sobre el final del cotejo, donde la parcialidad de Viamonte se entremezcló con los jugadores de Once Tigres, recibiendo algunos futbolistas agresiones que le provocaron cortes y contusiones.
Al cierre de esta edición, en tanto, pudo saberse que sería radicada una denuncia policial en la seccional de 9 de Julio.
Fue la única y lamentable mancha de un gran espectáculo y una sólida victoria de Once Tigres, que sigue invicto y más líder que nunca, a la espera de cerrar la fase clasificatoria ante Boca de Casares, con la posibilidad de probar algunos otros nombres del plantel.