viernes, 4 de febrero de 2011
CONFIRMADO EL HORARIO Y LOS ÁRBITROS
En el marco de lo que será este domingo la disputa de la tercera y última fecha de la primera rueda del Torneo Argentino “C” 2011, se confirmaron los días, horarios y ternas arbitrales de los partidos correspondientes a las distintas zonas, y entre ellas la Nro. 61, donde participa Once Tigres. - BOCA DE CARLOS CASARES Y ONCE TIGRES jugarán el domingo 06, desde las 19:00 Hs. El árbitro será Juan C. Coria, de Azul Asistente 1: Aníbal Abel Pablo y 2do. Asistente Agustín Rodríguez, ambos también de la ciudad de Azul. - DEF. DE LA BOCA - VIAMONTE FC se enfrentarán el domingo 06 a las 18:30 Hs. Los árbitros serán: Gadea, Marcelo Javier; Arce Cristian David y Gallo Cabrera, Jerónimo Sebastian, todos de Olavarría. Cabe recordar que Once Tigres lidera la zona con 4 puntos, Viamonte FC y Boca de Casares tienen 3 y Def. de la Boca 1.
domingo, 30 de enero de 2011
VICTORIA Y NADA MAS...
En un partido que no tuvo los matices esperados, Once Tigres se alzó con una victoria que lo posiciona como líder de la Zona 61 en el Torneo Argentino C 2011, pero que lo vuelve a dejar sumergido en un mar de dudas que resultan, a priori, muy difíciles de resolver.
El cotejo se presentaba en la previa como una gran propuesta de fútbol, pero no fue así, sino que más bien se convirtió en una lucha permanente por hacerse de la pelota y prevalecer en el choque para llegar al arco rival.
En el inicio, tal cual como había sucedido ante Defensores de la Boca, Once Tigres insinuó mucho y pareció mostrar otra vez un poderío que fue luego desapareciendo.
A los 12 minutos “Pino” Morillas se lo perdió de cabeza solo frente al arquero Facundo Cacho y fue esto lo que hizo reaccionar al Tigre, que tuvo una gran oportunidad en los pies de Vladimir Ascani –otra vez el mejor del conjunto auriazul-, bien tapada por el arquero Basso.
Luego llegaron tres oportunidades claras de cabeza para el conjunto local que se fueron cerca, hasta que a los 25 minutos, un centro muy bien ejecutado por el cordobés Mauricio López, fue conectado de manera magistral por Daniel Montenegro, que se elevó, y suspendido en el aire metió un cabezazo formidable al segundo palo de Basso, al mejor estilo Martín Palermo, aunque fue lo único que mostró el número 9 a lo largo del partido, aún cuando Santorelli lo bancó hasta los minutos finales.
El gol tranquilizó a Once tigres, que se mostraba ahora como dueño del balón, aunque persistían algunas dudas en defensa, fundamentalmente a la hora de las pelotas cruzadas por arriba.
Sin mayores sobresaltos sobre los arcos se fueron sin pena ni gloria los 45 iniciales, que pese a tener todo el tiempo del mundo para el análisis de comentaristas e hinchas debido a un prolongado corte de energía que dejó a “El Coqueto” en penumbras por más de media hora, no mereció mayor atención.
El complemento, sin embargo, fue aún más deslucido para los dos. Once Tigres intentaba pero se desinflaba en el tramo final de su ataque con las intentonas individuales de Ascani y los pelotazos para un lento Montenegro, mientras que “El Decano” pretendía manejar la pelota, pero al no poder llegar con profundidad, intentó con algunos remates de larga distancia.
El pésimo arbitraje de la terna juninense pareció inclinar la cancha a favor de la visita, y a esto se notó una fuerte porfía del DT oncetigrense demorando cambios esenciales que podían darle una mayor movilidad a su equipo.
Maccagnani por Ascani, San Miguel por López y Vivani por Montenegro deberían haber ingresado antes, en tanto que en Viamonte, el tempranero ingreso de Pablo Quiroga no logró darle mayor intensidad a su equipo.
El pitazo final marcó un gran resultado para Once Tigres, pero como quedó dicho al principio, la necesidad de un fuerte replanteo, fundamentalmente por la carencia de un armador de juego y bajo rendimiento de los foráneos, de los que se espera mucho más.
En tanto, Boca de Casares superó por a 2 a Defensores de l Boca. De esta forma, ahora los casarenses se ubican en el segundo lugar de la tabla posicional, con tres unidades junto a Viamonte FC, escoltando ambos a Once Tigres, que suma 4, mientras que “El Defe” se ubica en la última posición, producto del empate ante los Tigres. El próximo domingo, los forzozos de la Boca recibirán en cancha de Atlético 9 de Julio a Viamonte FC, mientras que Once Tigres viajará a Casares pare enfrentar a Boca.
El cotejo se presentaba en la previa como una gran propuesta de fútbol, pero no fue así, sino que más bien se convirtió en una lucha permanente por hacerse de la pelota y prevalecer en el choque para llegar al arco rival.
En el inicio, tal cual como había sucedido ante Defensores de la Boca, Once Tigres insinuó mucho y pareció mostrar otra vez un poderío que fue luego desapareciendo.
A los 12 minutos “Pino” Morillas se lo perdió de cabeza solo frente al arquero Facundo Cacho y fue esto lo que hizo reaccionar al Tigre, que tuvo una gran oportunidad en los pies de Vladimir Ascani –otra vez el mejor del conjunto auriazul-, bien tapada por el arquero Basso.
Luego llegaron tres oportunidades claras de cabeza para el conjunto local que se fueron cerca, hasta que a los 25 minutos, un centro muy bien ejecutado por el cordobés Mauricio López, fue conectado de manera magistral por Daniel Montenegro, que se elevó, y suspendido en el aire metió un cabezazo formidable al segundo palo de Basso, al mejor estilo Martín Palermo, aunque fue lo único que mostró el número 9 a lo largo del partido, aún cuando Santorelli lo bancó hasta los minutos finales.
El gol tranquilizó a Once tigres, que se mostraba ahora como dueño del balón, aunque persistían algunas dudas en defensa, fundamentalmente a la hora de las pelotas cruzadas por arriba.
Sin mayores sobresaltos sobre los arcos se fueron sin pena ni gloria los 45 iniciales, que pese a tener todo el tiempo del mundo para el análisis de comentaristas e hinchas debido a un prolongado corte de energía que dejó a “El Coqueto” en penumbras por más de media hora, no mereció mayor atención.
El complemento, sin embargo, fue aún más deslucido para los dos. Once Tigres intentaba pero se desinflaba en el tramo final de su ataque con las intentonas individuales de Ascani y los pelotazos para un lento Montenegro, mientras que “El Decano” pretendía manejar la pelota, pero al no poder llegar con profundidad, intentó con algunos remates de larga distancia.
El pésimo arbitraje de la terna juninense pareció inclinar la cancha a favor de la visita, y a esto se notó una fuerte porfía del DT oncetigrense demorando cambios esenciales que podían darle una mayor movilidad a su equipo.
Maccagnani por Ascani, San Miguel por López y Vivani por Montenegro deberían haber ingresado antes, en tanto que en Viamonte, el tempranero ingreso de Pablo Quiroga no logró darle mayor intensidad a su equipo.
El pitazo final marcó un gran resultado para Once Tigres, pero como quedó dicho al principio, la necesidad de un fuerte replanteo, fundamentalmente por la carencia de un armador de juego y bajo rendimiento de los foráneos, de los que se espera mucho más.
En tanto, Boca de Casares superó por a 2 a Defensores de l Boca. De esta forma, ahora los casarenses se ubican en el segundo lugar de la tabla posicional, con tres unidades junto a Viamonte FC, escoltando ambos a Once Tigres, que suma 4, mientras que “El Defe” se ubica en la última posición, producto del empate ante los Tigres. El próximo domingo, los forzozos de la Boca recibirán en cancha de Atlético 9 de Julio a Viamonte FC, mientras que Once Tigres viajará a Casares pare enfrentar a Boca.
domingo, 23 de enero de 2011
LE PUSIERON EL CASCABEL AL TIGRE
En la previa, David ante Goliat, y eso lo explicaba todo, aunque hay un detalle fundamental que nunca debe omitirse en estos casos: es fútbol y allí la lógica y los pronósticos no cuentan.
Defensores de la Boca y Once Tigres no se sacaron ventaja en el partido que inicio su camino en el Argentino “C” 2011, por la primera fecha de la Zona 61.
Ante un “Ramón N. Poratti” que se fue poblando de a poco hasta entregar un marco espectacular, Once Tigres salió a comerse la cancha y mostró en una sucesión de toques lo que se presume es su mayor poderío, el ataque y el juego por abajo.
Pero todo se diluyó en apenas 8 minutos, lo que demoró “El Defe” en acomodar las marcas y trabar las intentonas ofensivas que se hilvanaban en los pies de Mauricio López, Vladimir Ascani y Ojeda, a quienes se sumaba escalando por derecha el lateral - volante Diseo, quien en definitiva terminó siendo junto a Ascani de lo mejor del Tigre.
Con esfuerzo y lucha en cada pelota, el conjunto de “Colila” Martini comenzó a afianzarse y elaboró algunas jugadas que, sin crear demasiado peligro, fueron determinantes en el desarrollo del partido, porque pusieron inexplicablemente nerviosos a los experimentados jugadores de Once Tigres.
Así, con imprecisiones crecientes en el conjunto de Santorelli –que vive el partido como un hombre más dentro de la cancha-, y que no obstante sufrió un claro penal no sancionado de Altare ante Montenegro, permitió que el local se agrandara y entendiera mejor el juego, esperando para salir rápido de contra.
Esto se evidenció a los 29 minutos, cuando un desarticulado Once Tigres intentó cruzando de izquierda a derecha, para la escalada de Diseo, que volvió lentamente y desprotegió su sector, por donde se escapó Mena y fue derribado por Celin, en un penal que ahora sí sancionó Guiotto y que el eterno Víctor Pelusso cambió por gol dos minutos después.
En el primer tiempo solo quedó tiempo para un tremendo remate de Oliva que dio en el palo de Facundo Cacho y para un cada vez más acentuado desconcierto de los auriazules.
En el complemento salieron López (un cambio polémico) y San Miguel por Perazzo y Tempesti, pero Once Tigres siguió sin mejorar ante un Defensores que se replegó y afianzó aún más su línea defensiva.
Los minutos transcurrieron sin demasiados sobresaltos hasta que a los 25, desde un ángulo muy difícil, Nino Rodríguez fue bien tapado por Cacho.
A los 30 el partido dio un vuelco fundamental para sellar el resultado: Nicolás Boschiero vio la roja por una dura falta a Ascani. Debió ingresar Bustos por Nino Rodríguez para reforzar la zona defensiva, pero ahora sí los de Santorelli se fueron con todo arriba, aún más con el ingreso de Pablo Maccagnani por Delpino.
Diseo en tres oportunidades, Zamprogna en dos lo tuvieron, pero entre Camiletti y los palos Defensores seguía soñando con el triunfo.
A los 41, sin embargo, falló la defensa de Defensores y el propio Diseo empujó la pelota al gol para poner un empate en el que a la hora de buscar un ganador surgen claramente los merecimientos de Defensores.
Lo tuvo Once Tigres sobre el final con algunas oportunidades más, pero el pitazo final de Guiotto desató simultáneamente algarabía para los locales y replanteos para la visita. Júbilo para David, análisis para Goliat, con la clara imagen de los festejos de un lado y una suerte de cónclave del banco visitante con Santorelli a la cabeza.
“Lo primero es no tener miedo a nadie, por más gigante que sea. Lo segundo es estar convencidos de que tenemos la razón, de que es justo lo que queremos. Lo tercero es saber usar bien el arma que tengamos”, dicen los relatos bíblicos sobre David y Goliat, y eso fue, también, lo que pasó en la cancha: Defensores no tuvo miedo de enfrentar al gigante y supo usar muy bien sus armas.
Faltaron Frisenda y Bendito en el Tigre, eso quizás explique algo, aunque la revelación más clara es la que fijábamos al principio: es fútbol y no hay lógica posible.
Defensores de la Boca y Once Tigres no se sacaron ventaja en el partido que inicio su camino en el Argentino “C” 2011, por la primera fecha de la Zona 61.
Ante un “Ramón N. Poratti” que se fue poblando de a poco hasta entregar un marco espectacular, Once Tigres salió a comerse la cancha y mostró en una sucesión de toques lo que se presume es su mayor poderío, el ataque y el juego por abajo.
Pero todo se diluyó en apenas 8 minutos, lo que demoró “El Defe” en acomodar las marcas y trabar las intentonas ofensivas que se hilvanaban en los pies de Mauricio López, Vladimir Ascani y Ojeda, a quienes se sumaba escalando por derecha el lateral - volante Diseo, quien en definitiva terminó siendo junto a Ascani de lo mejor del Tigre.
Con esfuerzo y lucha en cada pelota, el conjunto de “Colila” Martini comenzó a afianzarse y elaboró algunas jugadas que, sin crear demasiado peligro, fueron determinantes en el desarrollo del partido, porque pusieron inexplicablemente nerviosos a los experimentados jugadores de Once Tigres.
Así, con imprecisiones crecientes en el conjunto de Santorelli –que vive el partido como un hombre más dentro de la cancha-, y que no obstante sufrió un claro penal no sancionado de Altare ante Montenegro, permitió que el local se agrandara y entendiera mejor el juego, esperando para salir rápido de contra.
Esto se evidenció a los 29 minutos, cuando un desarticulado Once Tigres intentó cruzando de izquierda a derecha, para la escalada de Diseo, que volvió lentamente y desprotegió su sector, por donde se escapó Mena y fue derribado por Celin, en un penal que ahora sí sancionó Guiotto y que el eterno Víctor Pelusso cambió por gol dos minutos después.
En el primer tiempo solo quedó tiempo para un tremendo remate de Oliva que dio en el palo de Facundo Cacho y para un cada vez más acentuado desconcierto de los auriazules.
En el complemento salieron López (un cambio polémico) y San Miguel por Perazzo y Tempesti, pero Once Tigres siguió sin mejorar ante un Defensores que se replegó y afianzó aún más su línea defensiva.
Los minutos transcurrieron sin demasiados sobresaltos hasta que a los 25, desde un ángulo muy difícil, Nino Rodríguez fue bien tapado por Cacho.
A los 30 el partido dio un vuelco fundamental para sellar el resultado: Nicolás Boschiero vio la roja por una dura falta a Ascani. Debió ingresar Bustos por Nino Rodríguez para reforzar la zona defensiva, pero ahora sí los de Santorelli se fueron con todo arriba, aún más con el ingreso de Pablo Maccagnani por Delpino.
Diseo en tres oportunidades, Zamprogna en dos lo tuvieron, pero entre Camiletti y los palos Defensores seguía soñando con el triunfo.
A los 41, sin embargo, falló la defensa de Defensores y el propio Diseo empujó la pelota al gol para poner un empate en el que a la hora de buscar un ganador surgen claramente los merecimientos de Defensores.
Lo tuvo Once Tigres sobre el final con algunas oportunidades más, pero el pitazo final de Guiotto desató simultáneamente algarabía para los locales y replanteos para la visita. Júbilo para David, análisis para Goliat, con la clara imagen de los festejos de un lado y una suerte de cónclave del banco visitante con Santorelli a la cabeza.
“Lo primero es no tener miedo a nadie, por más gigante que sea. Lo segundo es estar convencidos de que tenemos la razón, de que es justo lo que queremos. Lo tercero es saber usar bien el arma que tengamos”, dicen los relatos bíblicos sobre David y Goliat, y eso fue, también, lo que pasó en la cancha: Defensores no tuvo miedo de enfrentar al gigante y supo usar muy bien sus armas.
Faltaron Frisenda y Bendito en el Tigre, eso quizás explique algo, aunque la revelación más clara es la que fijábamos al principio: es fútbol y no hay lógica posible.
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