domingo, 1 de mayo de 2011

ONCE NO ES MENOS QUE DOCE






Once Tigres se impuso con autoridad por 2 a 0 ante Bragado Club (3-0 en el global) y logró así meterse en las semifinales y entre los mejores doce equipos de la categoría.

Tres definiciones, apenas, alcanzan para entender las razones por las cuales, Once Tigres, con la autoridad y la actitud de siempre, vuelve a insertar su nombre entre los doce semifinalistas de un Torneo Argentino “C”, tras haber superado, sin despeinarse prácticamente a Bragado Club, un equipo que volvió a no estar a la altura de las circunstancias, pese a los merecimientos y pergaminos –entre ellos la eliminación de Camioneros de Luján- que lo llevaron a la instancia de Cuartos de Final.
En primer lugar se debe hablar de la madurez alcanzada por el equipo de 9 de Julio, que supo manejar la exigua diferencia a favor conseguida en el cotejo de ida desde el minuto cero, dejando en el pasado “ansiedades” que pudieron traerle problemas en otras llaves.
El segundo dato no menor es la actitud ofensiva que siempre mantuvieron los muchachos de Santorelli, y que se hizo notoria, fundamentalmente, en la primera parte, donde los Tigres finiquitaron el pleito.
Finalmente se debe hablar del orden defensivo, ya que partiendo desde el eje central de la neutralización de la pelota, Maxi Ojeda –que no paró de correr y meter ni un instante en la fría tarde del sábado bragadense-, y desde allí hacia atrás, los hombres de la línea de fondo estuvieron intratables y lograron que los tricolores tuvieran apenas una jugada clara de gol y dos aproximaciones sin mayor peligro.
Estas tres características del conjunto tigrense fueron suficientes para doblegar a un Bragado Club que pareció perder la rebeldía a apenas minutos de empezado el encuentro y nunca encontró armas –más allá de la reiteración de faltas, algunas de ellas groseras-, para frenar los avances de los nuevejulienses, que hicieron por derecha el gran negocio para sacar diferencias en el marcador.
El partido comenzó teniendo un trámite áspero, quizás por lo mucho que se habló en la vecina ciudad a lo largo de la semana sobre el arbitraje del partido de ida, disputado en “El Coqueto” el domingo anterior; y así en ese juego de roces, a apenas dos minutos, Julio San Miguel vio la amarilla.
Pero inteligentemente, Once Tigres se dedicó a hacer lo que mejor sabe: jugar y tocar rápido y de esta forma al tercer minuto de juego se encontraría con la primera posibilidad clara de gol, un cabezazo de Bossio –de magnífica tarde también- que llevaba destino de red y que un defensor alcanzó a sacar sobre la línea o quizás más adentro, generando una polémica que duró apenas 10 minutos, lo que tardó el auriazul en conseguir el primer gol.
Dizeo se mostraba adelantado y abierto por la derecha, apoyando la velocidad de Bossio y la explosión de Ascani, que se recostó sobre los primeros momentos del partido sobre este lateral, desde donde llegó la jugada del gol.
Fue precisamente Vladimir quien con buen panorama desde el medio, abrió hacia la derecha para el joven del Palomar y este, bien habilitado, definió magistralmente por arriba del arquero Ramos para desatar el delirio de una multitud que una vez más dijo presente para alentar a sus colores.
Once Tigres volvía con esta tranquilidad a mostrar todo su repertorio con Ascani desbordando por derecha y enviando un preciso centro que Montenegro no pudo conectar bien mientras era tomado claramente por un defensor y posibilitó que el arquero tapara a medias, con sendos rebotes que primero San Miguel y luego Bossio no pudieron enviar a la red.
Luego el número 9 devolvió gentilezas hacia Vladimir en dos oportunidades: primero bajándola de cabeza, para dejarlo solo frente al arco y que Ramos se luciera sobre el primer palo; y posteriormente, sobre 25, para dejarlo nuevamente mano a mano, aunque en esta el 10 enganchó mal hacia afuera y se quedó sin ángulo.
Bragado Club no encontraba reacción y apelaba a la falta en la mitad de la cancha y a alguna tibia contra con remates de larga distancia, sin demasiado riesgo para el arco defendido por Facundo Cacho.
Sobre 40 de la etapa inicial llegaría la jugada que definiría la llave ya sin ningún tipo de sobrealtos para Once Tigres. Luego de un córner de Ojeda, el rechazo corto quedó en los pies de Facundo Venditto que clavó la pelota en el ángulo del arquero Ramos, en un exquisito remate medido, al segundo palo.
El estadio no se cerró pero bien podría habérsele puesto el candado hasta otra oportunidad ante semejante golazo y ante una diferencia que era evidentemente irreversible para los locales.
La segunda parte no encontró tampoco respuestas futbolísticas de los tricolores, pese a disponer línea de 3 en el fondo y que con un poco más de empeño y esfuerzo hicieron que Once Tigres retrocediera unos metros y apostara a la contra, encontrando algunas chances en los pies de San Miguel, Tempesti –que ingresó por el propio “Julito” a los diez minutos- y Bossio, quienes lo perdieron por poco.
El local volvió a insistir con tiros de media distancia y nunca encontró el juego asociado necesario para alimentar a sus delanteros, absorbidos bien por la defensa del Tigre.
Sobre 14, Ignacio Bossio dejó su lugar a Mauricio López para que el Tigre tuviera más la pelota y pusiera al partido en un freezer y a los 25 Mariano Delamer reemplazó a Agustín Celin, que sobrellevó hasta esa instancia un fuerte golpe de un jugador bragadenese en los primeros minutos del cotejo.
Bragado Club recién tuvo su oportunidad más clara de la tarde a los 39 minutos, cuando la defensa del auriazul se desacopló por primera vez y Sosa definió bien ante la salida de Cacho, aunque Ojeda alcanzó a salvar su valla.
No hubo tiempo para más, solo para que la gente de Once Tigres cantara y disfrutara de un merecido pase a semifinales, premio a un gran esfuerzo de sus muchachos, el cuerpo técnico y la dirigencia, quienes son concientes que el destino, pero también el esfuerzo, lo ponen nuevamente muy cerca de poder llegar a un ansiado sueño. Quedan dos escalones apenas y como se dijo en el título, “Once no es menos que doce”.

COMO SIGUE
Once Tigres enfrentará en semifinales del Argentino “C” 2011 al ganador de Kimberley de Mar del Plata y El Fortín de Olavarría (juegan hoy desde las 11 hs.).
De superar esa instancia, los nuevejulienses serían finalistas y de esta manera jugarían con el ganador de la segunda llave del tercer ascenso que disputarán Alvear (FC) de Gral. Alvear (La Pampa), que superó a Once Corazones de Indio Rico (Buenos Aires) y Jorge Newbery de Comodoro Rivadavia (Chubut), que dejó en el camino a Racing de Trelew, de la misma provincia patagónica.
El ganador de la final accede directamente al Argentino “B” y el perdedor tiene derecho a un partido de promoción ante un rival de esa categoría.

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