domingo, 20 de noviembre de 2011

UNA JOYA DE CARRETA PARA LA VICTORIA



El Tigre encontró la llave de la victoria con una joya de “Carreta”
Los auriazules fueron siempre superiores a Bella Vista, y tras no poder concretar algunas oportunidades, encontraron la victoria con un tremendo tiro libre de Daniel González para sellar un 1-0 que le permite seguir luchando arriba.


La desapacible tarde – noche de ayer, teñida por una intensa lluvia que no hizo mella en el público, quien estoicamente soportó sus embates, terminó entregando una nueva postal de felicidad para Once Tigres.
Ante un rival complicado como lo es Bella Vista de Bahía Blanca, que jugó con mucha disciplina y orden táctico para tratar de conseguir el objetivo de llevarse “algo” de su visita a nuestra ciudad, el auriazul, pese a no poder conseguir una diferencia que siempre mereció, terminó sumando tres puntos fundamentales para seguir peleando arriba de la tabla, con una exquisita definición de tiro libre de Daniel “Carreta” González, que asociándose al cielo, se clavó como un rayo en el ángulo del arquero visitante.
El equipo de Omar Santorelli mostró su buen juego y una interesante triangulación en varios pasajes del cotejo, pero en esta oportunidad careció de la puntada final para “cocinar” antes un pleito que se le fue complicando a medida que fueron pasando los minutos y los bahienses fueron ganando en confianza para ir parándose más arriba, aunque chocaron con una defensa muy sólida, con Zamprogna y Celin como abanderados, que cerraron toda aspiración de los de Daniel Prat para que los 3 puntos quedaran en casa.
Con su alineación clásica de 4-4-2 y Dizeo siempre alternando entre defensa y mediocampo, Once Tigres mostró desde los primeros minutos una mayor ambición y un mejor juego asociado, encontrando como principal eje de la resistencia albiverde al volante central Vógel, de gran tarea, aunque poco acompañado tanto en la marca como en la creación.
El conjunto local armó lo mejor de los primeros minutos por el medio, con el juego asociado de Muñoz con Venditto y las apariciones de González por derecha y Bossio por izquierda, aunque quizás cerrándose demasiado sin explotar las bandas. Cada vez que el Tigre se animó por derecha fue llevando peligro al arco de Stefanoff, contabilizándose la primera ocasión a los 11 minutos, con un remate de media distancia de Daniel González.
Siempre por el mismo andarivel, la cancha comenzó a inclinarse a favor de Once Tigres, con la figura del propio “Carreta” y Ascani cuando se inclinaban hacia allí, generando permanentemente asistencias a favor de Montenegro y Bossio, que recibió a los 13, en la medialuna del área, y tras pararla de pecho le dio deficientemente.
Minutos más tarde, desbordó Ascani y Montenegro no llegó a poner el pie para anticipar al arquero, cuando se dormía la a veces dubitativa defensa visitante; mientras que en la siguiente, en una jugada muy parecida, se invirtieron los roles y esta vez fue Vladi quien no pudo anticipar con su pie derecho, después de una contra bárbara.
Once Tigres se iba convirtiendo poco a poco en el protagonista exclusivo de las acciones, como viene sucediendo en sus presentaciones como local, pero el correr de los minutos y el hecho de no poder traducir esa diferencia en la red, fue jugando en contra de la tranquilidad de sus hombres.
La sucesión de oportunidades claras: Zamprogna con un cabezazo apenas elevado tras el córner de González; un remate de “Carreta” al primer palo y un centro de Ascani que cruzó increíblemente toda el área sin que Bossio pudiera llegar a empujarla, hicieron sobrevolar sobre “El Coqueto” algunos fantasmas de partidos que se le terminaron escapando al conjunto de Santorelli, precisamente, por no poder definir.
Encima, cerca del final del primer acto, en un despeje corto, Ricciardi le pegó desde afuera del área y obligó a Cacho a estirarse para sacarla por sobre el travesaño, mientras que en el epílogo, cuando un centro llovido sorprendió en duda a la defensa de Once Tigres, un cabezazo de Schawb parecía meterse, cuando Cacho alcanzó a tapar con sus piernas.
En el entretiempo, Omar Santorelli ajustó las clavijas y ordenó un equipo mas “corto”, con mayor movilidad de los volantes por afuera, que comenzaron a complicar a la defensa visitante con diagonales, jugando con los errores que mostraron algunos de sus hombres.
Así la tuvo Montenegro, a los 3 minutos, pegándole débil cuando tenía opción de pase para Bossio. Siete más tarde, el mismo centrodelantero aprovechó otro yerro defensivo, y esta vez le pegó fuerte y cruzado, haciendo lucir al arquero Stefanoff.
A los 15 minutos, Bossio dejó su lugar a San Miguel y esto fue determinante para que el Tigre tuviera mayor profundidad y movilidad en ataque, ya que “Julito” combinó bien con Ascani, González y Montenegro y con su velocidad, inquietó siempre a al grandote Lucanera y al central Ribet.
Sobre 16, Daniel González armó una jugada propia de su sello, pero a la hora de definir, la pelota le quedó un poco atrás, lo que hizo que su remate fuera providencialmente salvado por Ribet en plena área chica.
Once Tigres llegaba e inquietaba bajo una lluvia intensa, pero no podía quebrar el esquema defensivo del visitante, que apelaba a hacer correr las agujas del reloj y demorar todo lo que estuviera a su alcance. Con esas características, el partido no podía abrirse de otra manera que con una genialidad y una pelota parada.
Así sucedió a los 24, cuando Montenegro peinó la pelota para González, y este fue derribado en la medialuna del área. “Carreta” apenas pudo levantarse se apoderó del balón y lo abrazó tan fuerte como la ilusión del Tigre.
La acomodó y con un remate de tremenda factura la clavó por sobre la barrera en el palo izquierdo de Stefanoff, desatando el grito de la multitud, a la que definitivamente dejó de importarle lo que era ya un diluvio.
Tras la desventaja en su contra y con nada por perder, recién allí Bella Vista se animó a salir, Once Tigres tuvo espacio para la contra, pero increíblemente primero San Miguel, luego Montenegro y finalmente Ascani, no supieron aprovecharlas.
Los bahineses fueron a buscar la última pelota hasta con su arquero, pero el pitazo final del juez decretó una justa y muy valiosa victoria de Once Tigres, que sigue confirmando estar a la altura de las circunstancias y haber ganado en experiencia a la hora de abrir este tipo de partidos, fundamentales para mantenerse en la zona de clasificación.

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy bueno el blog, una lastima que no lo sigan actualizando...