SE ESCAPO EL FESTEJO

El Tigre llegaba a Dudignac en la tarde del sábado sabiendo que con un empate le alcanzaba para gritar nada menos que Tetracampeón del fútbol local; Dudignac, su escolta y único con posibilidades matemáticas de alcanzarlo, naturalmente también lo sabía, pero en el campo de juego; el local lo mantuvo presente más que la visita a lo largo de los 90 minutos. Los Tigres no fueron inteligentes para especular con el marcador cerrado y como es su costumbre fueron a buscar la victoria, pero esta vez desordenadamente, sin ideas y descuidándose atrás. Dudignac se había juramentado no permitir que el Tigre festejara en su estadio, y pese a carecer de juego asociado, siempre fue a buscarlo, con el corazón en la mano, consiguiendo su premio cerca del final. Once Tigres sintió las ausencias de algunos de sus hombres importantes como Ojeda, Daniel González, Ascani y Facundo Cacho; preservados para el desafío de mañana por el Argentino B y los sucesivos; y a partir de allí le costó construir juego, teniendo en la primera parte una sola muy clara tras una buena jugada de Vivani, cuando San Miguel definió de cabeza y la pelota dio en el travesaño del arquero Vallejos. El albirojo armó varias contras interesantes en los pies de Zega y Maxweel – la gran figura de la tarde- e hizo lucir en varias oportunidades a Patricio Salva. En el segundo acto, el juego se hizo más deslucido. Once Tigres se desdibujó completamente y olvidó la conveniencia del resultado, mostrando desfasajes defensivos que le costaron muy caro. A los 40, tras un preciso centro de Zega, llegó el bolivarense José Maxwell para poner de cabeza la diferencia y desatar la algarabía de toda una localidad. La distancia sigue pareciendo imposible de remontar, pero Dudignac no quería festejos en sus narices, lo logró, y ahora espera.